Bajo el nombre de Certificado verde digital, la UE lo ha desarrollado en apenas tres semanas (el 26 de febrero dio el ‘ok’ a la medida) con un importante entramado legal que protege los datos de los ciudadanos y se sitúa como candidato a poder ser aceptado por países fuera de los 27 en un futuro próximo. Sin embargo, pese a su denominación de verde y digital, el pasaporte no tiene ese color como tampoco es del todo virtual.

¿Qué información deberá llevar?

En uno de sus primeros artículos se deja plena libertad a los países a expedirlo en formato físico, si así lo deseasen, aunque con su respectivo código de barras que de «validez, autenticidad e integridad» al certificado. Además, será gratuito y tendrá hasta tres modalidades dependiendo de la información de vacunación, resultado de un test o haber superado la covid-19.

El texto de la UE abre la puerta a que el pasaporte pueda ser expedido en euskera, catalán o gallego

Con nombre y apellidos del ciudadano en cuestión, el pasaporte también deberá llevar la fecha de nacimiento, la enfermedad sobre la que se ha inmunizado, las dosis que se le han aplicado y la marca de la vacuna así como su fecha y lugar donde se suministró el pinchazo. Todo en inglés y una de las lenguas oficiales del país de expedición (podría ir en euskera, catalán o gallego, aunque todo indica que en España irá solo en castellano), para poder ser comprendido en cualquiera de los 27 Estados.

Beneficios para las vacunas de la EMA

Por último, cabe destacar que el pasaporte está pensado para dar libertad de movimiento a todos los ciudadanos que se hayan vacunado con alguna de las empresas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés). De momento con cuatro vistos buenos (Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca/Oxford y Johnson&Johnson), la vacuna rusa Sputnik V, que está en proceso de ser reconocida, y la china Sinopharm dependerán de cada país para su entrada.

Eso sí, la UE ha querido dejar claro que este pasaporte «no deberá ser una condición para ejercer la libertad de movimiento», así como tampoco «puede interpretarse como que establece una obligación o un derecho a ser vacunado». De esta forma, se deberá dejar libertad de movimiento a todo aquel no vacunado aunque su presencia en el país de destino estará supeditada a «pruebas o cuarentenas» si así se requiere.