El Grupo San Simón, dedicado por 80 años a la producción primaria y agroindustrial en la zona sur del Lago de Maracaibo, presente en tres rubros de importancia para la soberanía alimentaria de Venezuela como lo es Leche, Carne y Aceite, rubros en los cuales tiene toda la cadena de valor integrada.
Ahora, reafirmando su compromiso con la excelencia e innovación en la producción, industrialización y distribución de alimentos, San Simón inició el proceso de Certificación de la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO, por sus siglas en inglés), la norma internacional que garantiza el cumplimiento de buenas prácticas en la producción sostenible de aceite de palma.
“Con esta certificación, buscamos diferenciar nuestro aceite de palma, al involucrar temas como la no deforestación para la siembra; reducción de las emisión de gases de efecto invernadero en nuestras plantaciones y agroindustria; trato justo a los trabajadores y comunidades rurales, así como la protección de la vida silvestre y el medio ambiente”, indicó Jorge Luis Pérez, Director de Sostenibilidad del Grupo San Simón.
Explicó que este proceso se inició con la auditoría externa que lleva adelante la firma ATF Consultorías S.A.S., basada en Colombia y con experticia Latinoamericana. “Estamos en el proceso de levantamiento de información para cubrir todos los criterios, lo cual implica un período aproximado de 18 meses. Durante este tiempo, esperamos haber cubierto la demanda de aceite de palma para consumo industrial en Venezuela y entonces poder solicitar las licencias de exportación e iniciar las exportaciones a mercados especializados, como el europeo.”
¿En qué consiste la Certificación RSPO?
La RSPO es una organización global sin fines de lucro, estructurada como mesa redonda e integrada por el Fondo Mundial para la Naturaleza, la Asociación de Aceite de Palma de Malasia (MPOA), Unilever, AAK y Migros, así como por voluntarios que representan a más de cinco mil organizaciones en todo el mundo.
La Mesa reúne a todas las partes en la cadena de suministro de aceite de palma, para desarrollar e implementar estándares globales que las empresas deben cumplir para lograr una producción ética y sostenible. El objetivo es minimizar el impacto en el medio ambiente local, en la vida silvestre y en las comunidades.
La sede central de la RSPO está ubicada en Kuala Lumpur, Malasia, y cuenta además con oficinas en Yakarta (Indonesia), Londres (Inglaterra), Zoetermeer (Países Bajos), Pekín, Bogotá (Colombia) y Nueva York (USA).
Hasta la fecha, la Mesa Redonda ha certificado más de 4 millones hectáreas de palma aceitera a escala global; con una producción cercana a las 20 millones de toneladas, en más de 6 mil 400 instalaciones y 3 mil 755 empresas certificadas como cadenas de suministro sostenible.
Más de 100 criterios para lograr la RSPO
De acuerdo con el Director de Sostenibilidad del Grupo San Simón, la organización venezolana espera sembrar 10 mil hectáreas propias y 40 mil más en asociación con instituciones privadas y públicas en la próxima década. “El objetivo principal es hacer que la sostenibilidad sea la norma en la producción de aceite de palma en Venezuela. Esto implica una revisión documental, entrevistas a los trabajadores y contratistas, visitas a las plantaciones para reconocimiento de la infraestructura, verificación del proceso de extracción de aceite, entre otros estudios. Son más de 100 criterios que se deben cumplir para lograr la RSPO”, señaló Pérez.
Afirma el directivo que, al contar con la RSPO, ese valor agregado se transfiere al consumidor, quien tendrá la garantía de que en la producción del aceite de palma San Simón, no se utiliza mano de obra infantil y se tiene además una interacción positiva con las comunidades rurales.
“La idea es preparar y capacitar a todos nuestros productores para que también logren esta certificación, y se integren a la cadena de valor del aceite de palma sostenible en Venezuela. De hecho, en marzo iniciaremos los entrenamientos para nuestros trabajadores y también para nuestros productores asociados.”
Actualmente la corporación San Simón comercializa aceite crudo y aceite de palma para las principales refinadoras del país, y ya se enfoca en el desarrollo de una refinadora propia en el Sur del Lago.
Es así como el Grupo San Simón asume el liderazgo en la cadena de valor de la palmicultura sostenible en el país, contando con investigación, viveros, cultivos, procesamiento y logística.
Con información de nota de prensa