Por: Elena Villar (*)

Lima, diciembre de 2015.-

Papá Noel, el solo pronunciar su nombre nos transporta a un mundo de ensueño, inocencia,  y de mágica ilusión, ya que casi todos creímos alguna vez  en Papa Noel, Père Noël, Santa Claus, Bon Natale, Babbo Natale, Viejito Pascuero, Colacho o San Nicolás, Papai Noel, Weihnachtsmann, o como le aclamen en su país…

Papá Noel,  primer turista del mundo  que viaja por caminos sin distancia conduciendo su enorme trineo tirado por renos de gráciles patas impulsadas por la fuerza de las estrellas, incitándonos a viajar al país de la fantasía al mundo de “nunca jamás”. Papá Noel, turista privilegiado por el amor, al que se le abren las puertas de millones de hogares del mundo cristiano, goza de libertad infinita,  y es esperado  con diáfana alegría por niños,

Que felices serían  los “adultos” si compartieran estas tradicionales  fechas con ese mismo idealismo, ¿Por qué no? dejarse llevar por el niño que habita en  lo más profunda de nuestro ser y que jamás debe abandonarnos para no perder la sal  de la vida. Papá Noel no se preocupa de Visa Schengen, monedas, climas, ni lenguajes exóticos, sólo le basta el idioma universal del amor y la alegría.

Puesto que el turismo es paz e integración, para este inveterado viajero del tiempo, no existen contrastes entre negros, indios, chinos, blancos, ni la infinita gama del mestizaje eterno. ¿Puede existir manera más sublime de integración?

La pascua o navidad nos debe llevar a reflexionar, sobre este mundo digital, en esta aldea global en la que se ha convertido el mundo, un mundo donde lo artificial se ha convertido en natural y habitual, y donde nuestros niños influenciados por el mercado de consumo en que vivimos pierden muy rápida la inocencia que no debieron perder jamás ” Todo tiene su Tiempo” dice  el Eclesiastés 3, pues dejémoslos  vivir su tiempo de ser niños inocentes y no les entreguemos una Tablet como regalo de Navidad…

 “Hay un tiempo para todo

“un tiempo para llorar, y un tiempo para reír”

“tiempo de amar, y tiempo de olvidar”

un tiempo para la guerra,

  y un tiempo para la paz”…

Sean  propicias estas maravillosas palabras  para agradecerles a todos nuestro Colaboradores, amigos y lectores, la generosidad de dedicarnos su tiempo con su escritos y comentarios, y como todos los años deseamos sinceramente  lo mejor para Uds, y sus familias en esta Navidad y mejor año 2016…

(*) Directora de www.turistamagazine.com