Lo cierto es que las familias europeas que viajan con niños y adolescentes incorporan de manera cada vez más recurrente una nueva exigencia a la hora de elegir un hotel vacacional: el alojamiento tiene que ofrecer wifi gratis.

No sólo por los padres –que quizá están deseando olvidarse del estrés diario que supone revisar correos electrónicos, avisos, etc- sino sobre todo por los hijos, que tienen la supuesta necesidad de estar “always on”, permanentemente conectados a su círculo social o a juegos online.

De hecho, y según puso de manifiesto una encuesta realizada con motivo del Congreso Internacional de Turismo Familiar que se celebró en PortAventura a mediados de noviembre, al 51% de los chicos y chicas que marchan de vacaciones con sus padres les gusta compartir fotos y comentarios sobre sus viajes a través de las redes sociales.

Y a medida que los chavales crecen, mayor uso hacen de las redes sociales para explicar sus vivencias, “lo que les convierte en los mejores prescriptores de un destino turístico familiar”, según los autores del estudio.

Durante las mismas jornadas, y según explicó Jens Vicent, directivo del turoperador escandinavo Sembo Tours, “una familia típica sueca que viaja al extranjero busca activamente varias cosas cuando se trata de elegir hotel: que sea un 4 estrellas, con piscina y gimnasio, buena comida, localización, que haya más familias y que ofrezca wifi gratis”.

En este sentido, cabe recordar que la supresión del roaming en la Unión Europea ha sido aplazada varias veces y no está prevista hasta junio de 2017. De ahí que el wifi gratis en el destino turístico sea esencial para que los costes del viaje al extranjero no se disparen.

Además, la mayoría de tablets no tienen conexión con la red de telefonía móvil así que necesitan wifi para que funcionen los juegos online a los que están enganchados miles de niños.

Lo primero al llegar: conectarse

Así, niños que con nueve años de edad ya tienen su primer móvil así como adolescentes que no van a ninguna parte sin su smartphone, lo primero que hacen al llegar a un lugar es conectarse con sus amigos en tiempo real vía Whatsapp, enviar selfies con cualquier excusa, etc, tal como apuntaron varios expertos que participaron en dichas jornadas.

De hecho, según indicaron turoperadores que participaron en World Travel Market, el sector se enfrenta a “una perspectiva que da miedo” a medida que más y más niños prefieren quedarse en casa en lugar de marchar de vacaciones.

¿El motivo? Quedarse en casa les permite seguir conectados a sus amigos a través de las redes sociales, videojuegos en red, etc.

“Los chavales de hoy en día piensan que ir a una playa es aburrido. Normalmente, se necesitan 10 años para crear un producto hotelero diferenciado, pero si no tienes presupuesto, la opción más económica es instalar wifi y PlayStations”, indicaban.

Individualización de estilos de vida

En todo caso, tras esta tendencia tecnológica subyacen razones sociales y demográficas, según explicaba Gilles Lipovetsky, sociólogo en la Universidad de Grenoble, Francia, en el citado congreso de turismo familiar.

“La individualización de los estilos de vida es el gran fenómeno social que caracteriza nuestra época”.

De este modo, “la célula familiar se crea de nuevo durante las vacaciones, con una necesidad de tener más enlaces familiares durante ese tiempo, lo que constituye una experiencia preciosa en la sociedad actual”.

Pero al mismo tiempo, debido a que vivimos en una sociedad de “hiperconsumo”, hoy las familias disfrutan de múltiples equipamientos para diferentes individuos: dos coches, varias televisiones, smartphones o tablets para todos…

Resultado: un “multiequipamiento de los hogares que ha llevado a prácticas de consumo individualizadas. Y así vemos una desincronización de la experiencia turística”.

En definitiva, los «nativos digitales», han cambiado los paradigmas del disfrute turístico familiar.

Con información de Hostel Tour.