Por: Gustavo Méndez

Hicimos una versión del camino de Santiago, pero no a pie, sino en automóvil. Nuestra intención era sentir con rapidez moderna, lo que hacen los peregrinos con dedicación y esfuerzo. El mar Cantábrico a un lado y paisajes que cautivan la mirada nos llevaron poco a poco hasta llegar a una plaza, y apenas arribamos nos llenó de una sensación sobre cogedora.

Estábamos en la plaza del Obradoiro, con la catedral a un lado y aunque estaba en reparación se veía impresionante, el Ayuntamiento del otro y el hostal de los Reyes Católicos, el parador donde íbamos a llegar, lleno de historia, justo atrás.
Fue construido por orden de Isabel y Fernando en el año 1499, para asistir y atender a los peregrinos que iban por el camino de Santiago a cumplir con las órdenes de su fe. Hoy es un parador excelente, con una personalidad que sólo se puede calificar de inimitable.

Sus paredes, el salón de estar, el restaurante que cuando uno ve la arquitectura no sabe si comer o simplemente admirarlo, hacen que uno se traslade en el tiempo hasta siglos atrás y se sienta embelesado. Como en todos los paradores la atención es excepcional pero, en particular, el personal del restaurante es simplemente excelente y simpático, más que en muchos sitios, era como comer en casa, pero con la calidad de un local de lujo.

Santiago de Compostela se conoce tal vez en poco tiempo, pero su impresión es imborrable. Es una ciudad con una personalidad única y definitivamente cuando se visita la catedral, cuando se ve al apóstol, cuando se siente la fe de las personas, cuando se abraza al apóstol después del camino, uno tiene que decir que valió la pena estar allí.

Después del descanso nocturno, al día siguiente, uno puede visitar el cabo de Finisterre, el fin de la tierra de los romanos, para regresar otra vez al parador, y deleitarse con platos gallegos.

Y este es un parador con anécdotas e historias increíbles. Si usted quiere, por ejemplo, saber qué tienen en común Mick Jagger de los Rolling Stones, un cardenal y un santo vaya al enlace que encuentra más abajo para que se entere de esta simpática historia.

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