Por: Elizabeth Ostos
Para nadie es un secreto que vivir y trabajar en Venezuela es difícil. Y ser empresario es una proeza. Pero siempre están los optimistas, los que apuestan por un futuro mejor, en una nación que lo tiene todo para triunfar.
Es el caso del empresario turístico Guillermo Lagos que, con 32 años en el sector, está convencido de que si se producen cambios en el ámbito político y económico, Venezuela puede despegar. Y qué mejor que promocionando las bellezas de nuestro país.
En entrevista con Negocios y Destinos, Lagos expresa que «soy un convencido y sobran las pruebas de que somos un país bendito o como dijo Laureano Marquez, “un país al cual Dios lo proveyó de todo”, tenemos los monumentos naturales más importantes de la región, más de 2.500 kilómetros de playas oceánicas, con olas, sin olas, cristalinas, turbias, con arenas de diferentes colores, con vegetación y sin vegetación. Tenemos todos los ecosistemas: montañas andinas, montañas con bosques nublados, desiertos, dunas, llanos, selva y delta. Tenemos el Salto de agua más alto del mundo, las segundas cataratas más grandes del mundo y muy pocas personas lo saben. Es el Salto Pará. Es la segunda catarata más grande del mundo (por anchura total) y la más grande de América, con un ancho de 5.608 metros y en el cual se divide y desciende en siete inmensas torrenteras. El volumen de agua del Salto Pará supera al de las famosas Cataratas Victoria de África y al de Cataratas del Iguazú en la frontera Brasil-Argentina.”
Con mucha capacidad de trabajo y creatividad, Lagos gerencia su empresa Conhkep, una de las más importantes mayoristas de turismo de Venezuela. Junto a su esposa y aliada Katherine Perdomo, este visionario sigue invirtiendo y ampliando sus operaciones. Dice que está seguro de que viene un repunte para el sector turismo y para el país, » no se aguanta más la actual situación, no es posible que de país receptor de turismo, seamos país emisor de emigrantes y raspacupos, eso debe cambiar 180 grados».
Rememora una charla con un emigrante italiano dedicado a la construcción: «me dijo: Guillermo, el dinero está en la calle, hay que buscarlo. Y en tiempos de crisis también hay buenos negocios” y en la pasada feria de Avavit un personaje me comentó que en la actual situación «o lloras o vendes pañuelos”.
Explicó que «nosotros estamos vendiendo pañuelos, seguimos invirtiendo en oficinas nuevas, mobiliario, tecnología, porque estamos convencidos que viene un cambio favorable para todos, pero quejándonos, preocupándonos y estresándonos, no vamos a ningún lado, por supuesto hay que estar alerta, informado, tener siempre plan B, C y hasta la Z e ir sorteando los obstáculos que diariamente se nos presentan, ver esos obstáculos no como frenos a nuestra productividad, sino como incentivos para seguir superándolos y sobre todo invirtiendo en creatividad, que es lo mejor que esta crisis nos ha dado, nos ha vuelto sumamente creativos, pero en nuestro caso, sin desmejorar la calidad de servicio, como reza nuestro slogan: La excelencia y Calidad en Servicio.
Pese a las dificultades económica que afronta el país, Guillermo Lagos tiene buenas expectativas con el futuro: «seguimos apostando al país porque somos muy optimistas sin caer en ser come flor, estamos convencidos que está en proceso un cambio, que no será quizás de la noche a la mañana, pero mientras dure esa transición hay que apretarse los pantalones, luego vendrá la bonanza y nuestra Industria Turística es la principal industria generadora de divisas, empleos directos e indirectos y estoy convencido que bien llevada puede traer al país mejores ingresos incluso que la misma Industria Petrolera, lo que pasa es que como dijo Uslar Pietri “nunca sembramos el petróleo”.
Contactos:
http://conkhep.com
@gllsccs
@KathyPerdomo