Detrás de la reluciente vitrina del coffee shop/salón de té de SaintPierre Macarons en la ciudad de Valencia (Edo. Carabobo) ubicado en una zona por demás trendy, hay toda una gestión operativa que asegura el funcionamiento para que todo salga a pedir de boca. Evelyn Hidalgo, se explaya contandos su historia.
Descubrir que tiene intolerancia al gluten fue un duro golpe para un paladar dulcero como el suyo. Pero el síndrome de abstinencia se transformó cuando supo que podía comer macarons, hechos a base de harina de almendras. Al principio, los encargaba a un particular, pero esa persona se marchó del país, no sin antes iniciarla en los procesos de su preparación.

Detallista y acuciosa, se volvió una experta en la elaboración de la delicada galleta. Aupada por la gran aceptación de su entorno, primeros catadores de sus biscuits, tuvo la iniciativa de convertir la afición en un negocio rentable. No fue una idea descabellada. Evelyn nació en el seno de una familia que le rinde culto a los postres y desde muy pequeña, ha metido con deleite sus manos en la masa.
En agosto del año 2019 comenzó la actividad desde casa, tomando pedidos. Transcurrido el primer año, en la medida en que fue aumentando la clientela, consiguió local en un punto que empezaba a proyectarse como el ideal.
El acogedor espacio se concibió a imagen y semejanza de los salones de tés franceses, por lo que decidió incluir la degustación de otros productos como perfectos acompañantes: cafés preparados por un barista, infusiones y aún hasta espumantes.
La aceptación del público fue inmediata, así que se preparó. Realizó estudios formales de pastelería con oficiantes de la prestigiosa Escuela Le Cordon Bleu y con la Lic. Marlene Berrios en KKO Real, a quien agradece especialmente sus tips en la elaboración del ganache (relleno).
La calidad de los macarons ha sido en realidad su principal fortaleza, ya que constituye el valor diferenciador respecto a la competencia, y se mantiene siempre innovando, al punto que actualmente ofrece más de 30 sabores. Entre otros: agua de rosas, amarena, baileys, caramelisa, caramel macchiato; así como los achocolatados con rellenos de arándanos, cereza, nocciola o parchita; el chocopraliné de almendras, cinnamon, cocada, dulce de leche, ferrero, frutos rojos, lavanda limón, nutella, crème brûlée y pare de contar.
Para complacer a su creciente clientela, implementó el servicio de carrozas estilo francés. Son los típicos exhibidores en la modalidad de carritos con ruedas, disponibles para alquiler o venta directa en eventos, con sugestivos nombres como Le Chariot Le Mobilette.
Como parte de la innovación, la decoración de cada macaron estampando logos y diseños personalizados ha tenido muy buena acogida, siendo muy cotizados para eventos familiares o corporativos.
Graduada de diseñadora gráfica logró conciliar su profesión con la pastelería. Creó su propia identidad gráfica, léase: logo, manual de estilo, empaques, etc. Aprovechando celebraciones del calendario lanza ediciones especiales para San Valentín, Semana Santa, Día de la Madre, Día del padre, Día del Niño y Navidad.
Por la cuidada estética de la marca, SaintPierre Macarons fue invitada de postín para tener presencia en el Caracas Design Week, el evento mas importante del diseño en Venezuela, por su propuesta innovadora de fusión del arte y la gastronomía, plasmada en la adecuación de colores, formas o estampados en los macarons de cada evento en el que forma parte.
Una herramienta vital de mercadeo ha sido la difusión en las RR.SS, cuyos contenidos gozan cada vez de más visualizaciones, en especial en IG @sainpierremacarons.
Actualmente pueden ubicarse sus productos en varias locaciones en Caracas como Iskia Las Mercedes, Automercado La Muralla, Casa Canela, La Cafetería Coffee Roasters y en Valencia, además de su sede, se pueden adquirir también en Delicatesses La Viña.
Realmente el boca a boca ha sido su mejor publicidad. La marca ha tenido presencia en Expo Fedecámaras 2024 y 2025, los Bazares de Mamá con Glamour, Club Market, Caracas Design Week y la Embajada de Francia en Venezuela, entre otros.
También ha contribuido con organizaciones filantrópicas como Fundanica, Funcamama, Invedin, Fundación Autismo y Vida, Fundación Al Norte del Sur y Fundaprocura.
Evelyn confiesa que la curva de aprendizaje ha sido una constante y si pudo superar la dura prueba de la pandemia, no existe impedimento que la detenga. Después de seis años el balance es positivo. Se considera una empresaria satisfecha y solvente aunque siempre quiere ir por más. SaintPierre Macarons está en proceso de internacionalización, puso la mira en Miami.
Nota de prensa