Al buscar en diversos sitios web por qué gustan tanto las películas biográficas (género conocido por su término en inglés “biopic”), las razones son casi siempre las mismas: al espectador le gusta saber qué hay detrás de la vida de las figuras conocidas y, generalmente, exitosas, saber quiénes están detrás de su éxito, verlos superar dificultades y luego en la redención. Se trata de historias que generan no sólo curiosidad sino una mayor empatía del público con esos personajes célebres. Los ejemplos sobran: “La vida en rosa”, sobre Edith Piaf, “Gandhi”, “Malcom X”, “Chaplin”, y más recientemente dos posibles candidatas al Oscar: “Oppenheimer”, en la gran pantalla, y “Nyad” en Netflix.
Y hablar del Oscar 2024, y de biopics, es hablar de una de sus posibles candidatas “Priscilla”, la cinta más reciente de Sofia Coppola, que obtuvo en el Festival de Cine Internacional de Venecia 2023 la Copa Volpi, galardón que se entrega a la Mejor Actriz de esta cita cinematográfica, en esta ocasión para su protagonista Cailee Spaeny, quien también está nominada en los Globos de Oro 2024 como Mejor Actriz Dramática, dos garantías de que puede convertirse en uno de los mejores estrenos de 2023 en Estados Unidos. Y el público venezolano podrá disfrutarla para comenzar el año que viene con buen cine de autor, ya que se estrena el próximo jueves 4 de enero, gracias a Mundo D Película.
Y si bien las películas biográficas suelen ser calificadas como “epopeyas emocionales”, con secuencias grandilocuentes y épicas bandas sonoras, la diferencia en “Priscilla” es que lleva esa esencia sutil del personaje principal, muy en el estilo de dirección de Sofia Coppola, que se traduce en varios términos: sugestivo, sutil, melancólico, contemplativo y con una impecable estética visual. Un sello característico de la ganadora del Oscar al Mejor Guion Original por “Lost in translation”, filme que le valió también el triunfo en la misma categoría en los Golden Globes 2004 y el César francés a la Mejor Película Extranjera 2005, entre más de 90 premios internacionales.
Se trata de una realizadora que ha sabido separarse de estar a la sombra de la figura de su padre, el laureado Francis Ford Coppola, con una filmografía independiente llena de múltiples reconocimientos.
“Priscilla” tiene un guion basado en el libro “Elvis and Me: la verdadera historia de amor entre Priscilla Presley el rey del rock and roll”, coescrito entre la protagonista verdadera de este cuento (que parece de hadas, pero no lo es), y Sandra Harmon, quien fuera respetada en el mundo editorial estadounidense. Lo que encuentra el espectador en esta propuesta de Coppola es una aparente normalidad que, en el fondo, describe la soledad de una adolescente de 14 años casada con una estrella de la música que le llevaba 10 años y con una personalidad muy particular, pocas veces mostrada en la gran pantalla de esta manera. Las interpretaciones de Cailee Spaeny como Priscilla y Jacob Elordi como Elvis le hacen justicia al trabajo de la realizadora. Y la crítica lo aplaude con calificaciones como las siguientes: 78 sobre 100 en Metacritic.com, 6.9 sobre 10 en Imdb.com y 82% de reseñas positivas en RottenTomatoes.com.
No hay canciones de Elvis Presley en la banda sonora de “Priscilla”. ¿La razón? Elvis Presley Enterprises, la compañía que tiene el 85% de los derechos de autor de esta discografía, no los cedió a la producción, como tampoco la familia Presley. Sofia Coppola ha comentado que el grupo no autoriza los derechos para producciones que no sean originales del mismo, pero parte de la crítica y del público especula que la verdadera razón es la forma en que en la película está plasmada la diferencia de edades entre la pareja y todo el argumento de la cinta, basado en la óptica de Priscilla, en la que Elvis quizás no queda tan bien parado como persona, al margen de su éxito en la música.
Si deseas más detalles de la producción, clips y datos adicionales sobre “Priscilla” visita la cuenta @mundodpelicula en Instagram